Chilcuague (Heliopsis longipes)
Por Ronna Delgado Altamirano
El chilcuague, cuyo nombre
científico es Heliopsis longipes, es un arbusto mexicano de la familia
Asteraceae. Al ser un arbusto, su altura promedio es de unos 60 cm. Presenta
flores amarillas con varios pétalos, mientras que sus hojas son ovaladas de
borde dentado y de 2 a 4 cm de largo.
Figura 1. Planta de Chilcuague. Partes aéreas (Foto izquierda, © J. Arturo de Nova, https://ecuador.inaturalist.org/photos/5147507). Raíces (Foto derecha).
El chilcuague es una planta
endémica de la Sierra Gorda de México, encontrándose presente en los estados de
Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí. De acuerdo al lugar donde sea
encontrado puede recibir diferentes nombres, dentro de los que se destacan:
pelitre, raíz de oro, raíz azteca, palo de duende, chilcuas y chilquahuitl. El
nombre original proviene del náhuatl “chilmecatl” que significa “chile
de mecate” o “chilcoatl” que significa “serpiente picante”, debido a que
las raíces de esta planta son largas, fuertes y correosas y, al masticarlas,
ocasionan un efecto pungente similar al del chile.
El valor social del chilcuague
radica en el uso que se le da de manera tradicional. La raíz seca suele
utilizarse en la gastronomía y la medicina tradicional de la Sierra Gorda y se
vende en manojos como el que se muestra en la imagen. En la cocina se usa como
un condimento en la elaboración de salsas, para intensificar el picor natural
de los chiles con los que se elaboran éstas; y también para realzar e
intensificar la sensación en boca de bebidas alcohólicas como el tequila o el
mezcal. Entre los usos medicinales que se han reportado para el chilcuague se
encuentran: calmar el dolor de muelas, de dentición, de garganta y muscular;
como desparasitante; tratar infecciones de la piel y las uñas como el pie de
atleta, la onicomicosis y la candidiasis; para disminuir los síntomas de
picaduras de insectos; contra el reflujo y acidez estomacal, así como la
gastritis.
Científicamente se ha demostrado
que las raíces de chilcuague poseen actividad analgésica, antiinflamatoria,
bacteriostática y fungistática (limitan la reproducción de bacterias y hongos),
analgésica, antinociceptiva (inhiben la sensación de dolor, de forma comparable
al diclofenaco y de mayor efectividad que la aspirina, pero menor que la
morfina), insecticida, antitumoral, angiogénica (favorece la formación de vasos
sanguíneos), ansiolítica y diurética
Adicionalmente, se ha determinado
que no posee efectos mutagénicos ni genotóxicos (es decir, no daña el ADN), ni
daño celular; antioxidante. No obstante, a dosis elevadas (1g de extracto / kg
de peso) en ratones, es suficiente para producir daño cerebral, el cual se
manifiesta como temblores de cabeza y patas delanteras. A pesar de ello, estas
dosis no son las utilizadas comúnmente para uso medicinal ni culinario.
Las raíces de chilcuague producen
diversos compuestos químicos, tales como ácidos fenólicos (hidroxibenzoico,
clorogénico, cafeico y cumárico), flavonoides (rutina, apigenina, genisteína,
quercetina y naringenina) y alcamidas (afinina, N-isobutil-2-(E)-decenamida
y N-isobutildecanamida).
Figura 2. Compuestos presentes en las raíces de Heliopsis longipes
De todos estos compuestos, la
afinina (o espilantol) es la más abundante. La afinina es una alcamida,
responsable del efecto picante de la raíz y también de los efectos antibiótico,
antimicótico, antimicrobiano, anestésico, insecticida, cicatrizante, sialogogo
(favorece la producción de saliva) y vasodilatador (ayuda a disminuir la
presión arterial). Se ha demostrado que la afinina tiene la capacidad de
ejercer dichos efectos biológicos a través de la interacción con numerosos
sistemas bioquímicos dentro de los cuales se incluyen el opioide (como la
morfina), serotoninérgico (como algunos antidepresivos), GABAérgico (como
algunos ansiolíticos); NO/cGMP/Canales de potasio, H2S, CO y
prostaciclinas (sistemas para ejercer la vasodilatación), lo cual nos habla de
su gran potencial para ejercer diversos efectos benéficos en la salud y su
proyección para uso como medicamento.
Finalmente, junto a los beneficios de esta planta ofrece en la terapéutica también es necesario considerar que el exceso en la explotación del chilcuague lo ha llevado a ser considerada una planta en peligro de extinción debido a que el uso de las raíces no permite la sobrevivencia de las plantas y aun no se tienen mecanismos para su recuperación o cultivo controlado.
Referencias
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R., Reyes-Agüero, J. A. & Juárez-Flores, B. I. Etnobotánica de Heliopsis
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https://ecuador.inaturalist.org/taxa/289042-Heliopsis-longipes.
3. Cariño-Cortés, R. et al.
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vasodilation via activation of gasotransmitters and prostacyclin signaling
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