Hypericum perforatum.
Por Ronna Delgado Altamirano
La hierba de San Juan es también conocida como hipérico,
hipericón o corazoncillo.
La historia de su nombre científico y común es interesante. La palabra Hypericum
viene de los vocablos griegos “Hyper” que significa “sobre o por encima de” y
“eikon” que significa “ícono”, lo que en su traducción quedó como “por encima
del ícono” o, en una versión más refinada, “por encima de la aparición”;
haciendo alusión al uso antiguo que se le daba: la protección contra posesiones
demoniacas y espíritus diabólicos. En cuanto al nombre en español (hierba de
San Juan) o inglés (Saint John’s wort), existe la creencia de que los capullos
y las flores se usaban para extraer un pigmento rojo que recordaba a la sangre
de San Juan Bautista.
Esta planta pertenece a la familia Hypericaceae, que es
nativa originalmente de Europa; sin embargo, se ha adaptado bien a distintas
partes del mundo, incluyendo América. En México tiene una distribución
limitada, casi exclusivamente al centro del país, principalmente al sur de la
ciudad de México, al norte de Morelos y en algunas zonas de Puebla. La hierba
de San Juan, puede presentarse a manera de pequeñas plantas de entre 5-10 cm de
altura, o como árboles y arbustos de hasta 12 m de altura. Las hojas son
ovaladas de 1-8 cm de longitud. Las flores son amarillas, de 5 pétalos y con
una gran cantidad de pistilos, llegan a medir hasta 6 cm de diámetro. El fruto
es una baya carnosa que al secarse queda como una cápsula llena de semillas.
Esta planta ha sido utilizada desde tiempos ancestrales para favorecer la cicatrización de heridas, como diurético y para las neuralgias (dolores de nervios), tales como el dolor ciático y de cadera; además se ha utilizado para el tratamiento de la dismenorrea (dolores menstruales), como emenagogo (inductor de la menstruación), diurético y para el tratamiento de la malaria. No obstante, el uso más reciente y común que se le ha dado en nuestros días es como antidepresivo y como sedante, sin embargo, también se ha utilizado para el tratamiento de diferentes trastornos psiquiátricos como son el estrés postraumático, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, el trastorno obsesivo compulsivo y la ansiedad. Si bien, al igual que todas las plantas y organismos el hipericón posee una gran cantidad de moléculas bioactivas, se ha demostrado que los efectos terapéuticos son posibles gracias a la acción de tres componentes mayoritarios: la hipericina y la pseudohipericina (ambas clasificadas químicamente como naftodiantronas, 0.1% y 0.2% de abundancia en la planta), y la hiperforina (un floroglucinol aril-prenilado, 2-3% de abundancia en la planta). Las naftodiantronas son moléculas generadas a partir de la unión o condensación otras más sencillas llamadas antraquinonas; los floroglucinoles son derivados del floroglucinol, un compuesto fenólico.
Los medicamentos herbolarios preparados a partir de esta planta,
que han demostrado tener un efecto significativo en el tratamiento de la
depresión, contienen alrededor de un 0.15% de hipericina y 5% de hiperforina.
Figura 2. Compuestos mayoritarios en la Hierba de San Juan, principales responsables de la actividad biológica. (Ronna Delgado Altamirano ©)
A la fecha, no se ha logrado establecer con certeza el
mecanismo de acción por el cual estos compuestos ejercen su efecto. No
obstante, estudios preclínicos y clínicos han demostrado que la hierba de San
Juan posee la capacidad de modificar los niveles de distintos
neurotransmisores, de una manera compleja. Se ha concluido que la hiperforina y
la hipericina ejercen la inhibición no selectiva de la recaptura de aminas (neurotransmisores),
en una forma muy comparable y con menos efectos secundarios que los
antidepresivos convencionales (por ejemplo, la fluoxetina o la Imipramina); los
cuales incrementan los niveles post-sinápticos (el espacio entre neurona y
neurona) de serotonina, acetilcolina, noradrenalina, dopamina y glutamato, al
mismo tiempo que disminuyen los niveles de corticosteroides y otros factores de
estrés favoreciendo una sensación de bienestar general.
Si bien, los efectos secundarios del uso de la hierba de San
Juan para el tratamiento de depresión y ansiedad son menores que los fármacos
habituales, sí ha sido reportado que existe una importante interacción de sus
componentes con otros medicamentos, lo que va desde la disminución de su
efecto, hasta casos de toxicidad y letalidad. Por esta razón, es necesario que
cuando se esté consumiendo la hierba de San Juan y sea necesario tomar otros
medicamentos, se informe al médico para asegurar que no haya ninguna
interacción medicamentosa; son muchos los medicamentos con los que se presentan
interferencias y efectos negativos. Adicionalmente, se ha demostrado que la
hierba de San Juan posee propiedades abortivas, por lo que su uso debe evitarse
en mujeres embarazadas. También debido al efecto relajante que posee, debe
evitarse su uso cuando se realizan tareas donde se requiere atención controlada
o el uso de maquinaria pesada.
Referencias
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Vaseghi, S. St. Johnʼs wort (Hypericum perforatum) and depression: what happens
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