martes, 25 de julio de 2023

La hierba de San Juan, un remedio natural para la tristeza

 Hypericum perforatum.

Por Ronna Delgado Altamirano

La hierba de San Juan es también conocida como hipérico, hipericón o corazoncillo. La historia de su nombre científico y común es interesante. La palabra Hypericum viene de los vocablos griegos “Hyper” que significa “sobre o por encima de” y “eikon” que significa “ícono”, lo que en su traducción quedó como “por encima del ícono” o, en una versión más refinada, “por encima de la aparición”; haciendo alusión al uso antiguo que se le daba: la protección contra posesiones demoniacas y espíritus diabólicos. En cuanto al nombre en español (hierba de San Juan) o inglés (Saint John’s wort), existe la creencia de que los capullos y las flores se usaban para extraer un pigmento rojo que recordaba a la sangre de San Juan Bautista.

Esta planta pertenece a la familia Hypericaceae, que es nativa originalmente de Europa; sin embargo, se ha adaptado bien a distintas partes del mundo, incluyendo América. En México tiene una distribución limitada, casi exclusivamente al centro del país, principalmente al sur de la ciudad de México, al norte de Morelos y en algunas zonas de Puebla. La hierba de San Juan, puede presentarse a manera de pequeñas plantas de entre 5-10 cm de altura, o como árboles y arbustos de hasta 12 m de altura. Las hojas son ovaladas de 1-8 cm de longitud. Las flores son amarillas, de 5 pétalos y con una gran cantidad de pistilos, llegan a medir hasta 6 cm de diámetro. El fruto es una baya carnosa que al secarse queda como una cápsula llena de semillas.


Figura 1. Hierba de San Juan. Foto de la izquierda de Елена Солдатова (https://www.naturalista.mx/photos/295261684). Foto de la derecha de Mélanie Minier (https://www.naturalista.mx/photos/233358324)

Esta planta ha sido utilizada desde tiempos ancestrales para favorecer la cicatrización de heridas, como diurético y para las neuralgias (dolores de nervios), tales como el dolor ciático y de cadera; además se ha utilizado para el tratamiento de la dismenorrea (dolores menstruales), como emenagogo (inductor de la menstruación), diurético y para el tratamiento de la malaria. No obstante, el uso más reciente y común que se le ha dado en nuestros días es como antidepresivo y como sedante, sin embargo, también se ha utilizado para el tratamiento de diferentes trastornos psiquiátricos como son el estrés postraumático, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, el trastorno obsesivo compulsivo y la ansiedad. Si bien, al igual que todas las plantas y organismos el hipericón posee una gran cantidad de moléculas bioactivas, se ha demostrado que los efectos terapéuticos son posibles gracias a la acción de tres componentes mayoritarios: la hipericina y la pseudohipericina (ambas clasificadas químicamente como naftodiantronas, 0.1% y 0.2% de abundancia en la planta), y la hiperforina (un floroglucinol aril-prenilado, 2-3% de abundancia en la planta). Las naftodiantronas son moléculas generadas a partir de la unión o condensación otras más sencillas llamadas antraquinonas; los floroglucinoles son derivados del floroglucinol, un compuesto fenólico.

Los medicamentos herbolarios preparados a partir de esta planta, que han demostrado tener un efecto significativo en el tratamiento de la depresión, contienen alrededor de un 0.15% de hipericina y 5% de hiperforina.


Figura 2. Compuestos mayoritarios en la Hierba de San Juan, principales responsables de la actividad biológica. (Ronna Delgado Altamirano ©)

A la fecha, no se ha logrado establecer con certeza el mecanismo de acción por el cual estos compuestos ejercen su efecto. No obstante, estudios preclínicos y clínicos han demostrado que la hierba de San Juan posee la capacidad de modificar los niveles de distintos neurotransmisores, de una manera compleja. Se ha concluido que la hiperforina y la hipericina ejercen la inhibición no selectiva de la recaptura de aminas (neurotransmisores), en una forma muy comparable y con menos efectos secundarios que los antidepresivos convencionales (por ejemplo, la fluoxetina o la Imipramina); los cuales incrementan los niveles post-sinápticos (el espacio entre neurona y neurona) de serotonina, acetilcolina, noradrenalina, dopamina y glutamato, al mismo tiempo que disminuyen los niveles de corticosteroides y otros factores de estrés favoreciendo una sensación de bienestar general.

Si bien, los efectos secundarios del uso de la hierba de San Juan para el tratamiento de depresión y ansiedad son menores que los fármacos habituales, sí ha sido reportado que existe una importante interacción de sus componentes con otros medicamentos, lo que va desde la disminución de su efecto, hasta casos de toxicidad y letalidad. Por esta razón, es necesario que cuando se esté consumiendo la hierba de San Juan y sea necesario tomar otros medicamentos, se informe al médico para asegurar que no haya ninguna interacción medicamentosa; son muchos los medicamentos con los que se presentan interferencias y efectos negativos. Adicionalmente, se ha demostrado que la hierba de San Juan posee propiedades abortivas, por lo que su uso debe evitarse en mujeres embarazadas. También debido al efecto relajante que posee, debe evitarse su uso cuando se realizan tareas donde se requiere atención controlada o el uso de maquinaria pesada.

Referencias

1.          Dewick, P.M Perroy, R. & Careas, S. Medicinal Natural Products Medicinal. Statewide Agricultural Land Use Baseline 2015 vol. 1 (2015).

2.          Verotta, L. Hypericum perforatum, a source of neuroactive lead structures. Curr. Top. Med. Chem. 3, 187–201 (2005).

3.          Booker, A. et al. St. John’s wort (Hypericum perforatum) products – an assessment of their authenticity and quality. Phytomedicine 40, 158–164 (2018).

4.          Kholghi, G., Arjmandi-Rad, S., Zarrindast, M. R. & Vaseghi, S. St. Johnʼs wort (Hypericum perforatum) and depression: what happens to the neurotransmitter systems? Naunyn. Schmiedebergs. Arch. Pharmacol. 395, 629–642 (2022).


viernes, 14 de julio de 2023

El gordolobo: un remedio para la tos, un nombre y varias plantas

 Pseudognaphalium sp.

El gordolobo es un nombre que comparten varias especies de plantas del género Pseudognaphalium (algunos botánicos las incluyen en el género Gnaphalium, a veces las cosas no son fáciles en la clasificación de plantas). Este género de plantas pertenece a la familia de las asteráceas, familia célebre por poseer varias plantas medicinales entre sus miembros (manzanilla, árnica, caléndula, equinácea, entre otras).

Las especies conocidas como gordolobo en México son arbustos de alrededor de un metro de altura, con hojas delgadas, tallos vellosos y flores en cabezuelas de color blanco o amarillento. Aunque algunas de estas especies son originarias de México, también existen otras de este género en Centro, Sudamérica y otras regiones del mundo.

Flores secas de gordolobo (Pseudoganphalium sp.) , tal como se comercializa en México
(Francisco J. Luna)

Aunque es común que ciertas especies emparentadas compartan un solo nombre, por gordolobo se identifican también otras plantas que no son de este género, y aunque en otros casos similares las plantas comparten algunas características físicas más o menos parecidas, como gordolobo también se puede referir a Bocconia frutescens (sus otros nombres son barbasco, calderón, sangre de toro, chicalote, palo santo), que suele ser un pequeño árbol y no un arbusto y Verbascum thapsus (gordolobo común o hierba del paño) de presencia en diversas regiones del mundo.

El gordolobo mexicano era conocido desde la época prehispánica (llamado en náhuatl como Tzompotoni o tlacochichic) y se emplea en la medicina tradicional mexicana en cocimiento de las flores y las hojas como expectorante y para el tratamiento de afecciones respiratorias como la tos, el asma, la bronquitis el dolor de garganta y el resfriado. También se ha reportado su uso para el dolor de estómago, como antiparasitario, antirreumático, antiinflamatorio y en uso externo para golpes y heridas.

Dentro de las especies que comparten el nombre de gordolobo, la más estudiada es pseudognaphalium oxyphyllum, aunque también se han evaluado otras especies identificándose la presencia de diversos compuestos químicos tales como flavonoides, sesquiterpenos, diterpenos y triterpenos a los que se les puede atribuir su actividad relajante de los bronquios (flavonoides) y su acción antimicrobiana (terpenos) frente a bacterias de importancia médica.

Algunos estudios han señalado que los extractos obtenidos de esta planta carecen de toxicidad, también hay otros que señalan la probable presencia de compuestos dañinos para el hígado y se han presentado casos de intoxicación en niños pequeños por la administración de infusiones hechas con las flores y ramas de esta planta, por lo que es importante considerar que no por ser de origen natural, un remedio está libre de efectos adversos.

Esta planta es muy popular en México para el tratamiento de la tos y diversas afecciones respiratorias y es un ejemplo interesante de cómo, aunque se conocía desde la época prehispánica, su nombre fue sustituido (Tzompotoni) por el de otra especie de igual uso pero ya conocida por los pueblos europeos (gordolobo).

Referencias:

Ortega‐Ramirez, L. A., Rodriguez‐Garcia, I., Leyva, J. M., Cruz‐Valenzuela, M. R., Silva‐Espinoza, B. A., Gonzalez‐Aguilar, G. A. & Ayala‐Zavala, J. F. (2014). Potential of medicinal plants as antimicrobial and antioxidant agents in food industry: a hypothesis. Journal of food science, 79(2), R129-R137. 

Heredia-Castro, P. Y., García-Baldenegro, C. V., Santos-Espinosa, A., Tolano-Villaverde, I. D. J., Manzanarez-Quin, C. G., Valdez-Domínguez, R. D., ... & Sosa-Castañeda, J. (2022). Phytochemical profile, antimicrobial and antioxidant activity of extracts of Gnaphalium oxyphyllum and Euphorbia maculata native to Sonora, Mexico. Revista mexicana de ciencias pecuarias, 13(4), 928-942.

Rojas, G., Lévaro, J., Tortoriello, J., & Navarro, V. (2001). Antimicrobial evaluation of certain plants used in Mexican traditional medicine for the treatment of respiratory diseases. Journal of Ethnopharmacology, 74(1), 97-101.

Espinosa-García, F. J. (1987). Note on the identity of the second Tzonpotonic mentiones by Francisco Hernandez in his Historia Naturla de la Nueva España. Botanical Sciences, (47), 87 - 89. https://doi.org/10.17129/botsci.1333

Villagómez-Ibarra, J. R., Sánchez, M., Espejo, O., Zúñiga-Estrada, A., Torres-Valencia, J. M., & Joseph-Nathan, P. (2001). Antimicrobial activity of three Mexican Gnaphalium species. Fitoterapia, 72(6), 692-694.

Zheng, X., Wang, W., Piao, H., Xu, W., Shi, H., & Zhao, C. (2013). The genus Gnaphalium L.(Compositae): phytochemical and pharmacological characteristics. Molecules, 18(7), 8298-8318.

miércoles, 5 de julio de 2023

El epazote: entre la cocina y la medicina tradicional mexicanas

 

Dysphania ambrosioides (L.); anteriormente conocida con los nombres científicos Teloxys ambrosioides (L.), Chenopodium graveolens (L.) y Chenopodium ambrosioides (L.)

Por Ronna Delgado Altamirano

El epazote pertenece a la misma familia que el amaranto y se caracteriza por ser una hierba aromática erguida que crece de forma ascendente y llega a tener hasta un metro de alto. Presenta hojas lanceoladas, es decir, en forma de lanza, con bordes dentados. En la época de floración presenta unas pequeñas flores esféricas en espiga, de color blancas o beige de 1 mm de largo, que cuando son polinizadas dan lugar a frutos esféricos verdes, también de 1 mm de diámetro. El nombre de esta hierba proviene del náhuatl y está construida por dos vocablos: “epatl”, que quiere decir hedor y “tzotl”, que quiere decir sudor o lágrimas. Se distribuye desde algunos estados de EUA, teniendo una importante presencia en México, avanzando hacia Sudamérica y las Antillas, aunque también ha sido llevada y adaptada a regiones cálidas y templadas del Viejo Mundo. Existen diversos nombres en diferentes lenguas originarias con los que se le conoce al epazote, sin embargo, los más comunes son apazote, ipazote, paico.


Figura 1. Epazote
Foto de la izquierda de Susan J. Hewitt (https://www.naturalista.mx/photos/23411726)
Foto de la derecha de Fotis Samaritakis (https://www.naturalista.mx/photos/235054645)


De manera tradicional, en México, el epazote se utiliza como condimento de ciertas preparaciones culinarias como son el pozole, caldo de hongos, frijoles de la olla, sopa azteca (de tortilla) y salsas, entre muchas más opciones. Sin embargo, también se utiliza con fines medicinales, principalmente en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales. En la medicina tradicional mexicana, que se remonta a la época antes de la conquista española; a menudo se utiliza la infusión, la decocción o el aceite esencial de epazote como vermífugo y antihelmíntico, esto quiere decir que se utiliza para el tratamiento de enfermedades intestinales que involucran parásitos de tipo gusano como las lombrices (Ascaris lumbricoides, Necator spp. y Trichuris trichiura) y la solitaria (Taenia solium). Otros usos que se le dan al epazote son como agente favorecedor de la producción de leche en mujeres durante el periodo de lactancia, y también como paliativo en los dolores postparto (infusión con azúcar).

Dentro del estudio de la composición química del epazote se han logrado identificar más de 300 compuestos, siendo los monoterpenos los más abundantes en los diferentes extractos (43.16%) y los que, gracias a su volatilidad, le confieren el olor tan característico del epazote. No obstante, también es posible encontrar flavonoides glicosilados (10.33%) y  sesquiterpenos (8.51%) entre otros compuestos.

Dentro de los monoterpenos el más abundante es el α-terpineno, seguido del ascaridol, carvacrol, cariofileno y varios cymenos. Al ser los componentes mayoritarios de los extractos de epazote, son los que presentan también importantes actividades biológicas comprobadas, dentro de las cuales se encuentran actividades contra bacterias, amebas, tripanosomas, Leishmania; también contra insectos y garrapatas, además de tener actividad anticancerígena, contra las úlceras, la ansiedad, la inflamación y acción regenerativa de huesos, vasodilatadora e inmunomoduladora.

Si bien, el epazote tiene efectos benéficos para el cuidado de la salud intestinal, es necesario tener precauciones en cuanto a las dosis a las que se administra y la edad del paciente, ya que se han reportado casos de efectos tóxicos e incluso letales, sobre todo en bebés y niños. El principal compuesto responsable de este efecto letal es el ascaridol.

Agradezco esta nueva contribución de la Dra. Ronna Delgado Altamirano a este blog de plantas medicinales, con este texto en el que nos platicó de la importancia del epazote más allá de condimentar los frijoles, la sopa azteca y otros platillos.


Referencias

1.          Conway, G. A. & Slocumb, J. C. Plants used as abortifacients and emmenagogues by Spanish New Mexicans. J. Ethnopharmacol. 1, 241–261 (1979).

2.          Kliks, M. M. Studies on the traditional herbal anthelmintic Chenopodium ambrosioides L.: Ethnopharmacological evaluation and clinical field trials. Soc. Sci. Med. 21, 879–886 (1985).

3.          Vibrans, H. (ed) & Mondragón Pichardo, J. Chenopodium ambrosioides L. Malezas de México 1 http://www.conabio.gob.mx/malezasdemexico/linaceae/linum-usitatissimum/fichas/ficha.htm (2009).

4.          Naturalista. Dysphania ambrosioides L. https://www.naturalista.mx/taxa/76746-Dysphania-ambrosioides.

5.          Kasali, F. M., Tusiimire, J., Kadima, J. N. & Agaba, A. G. Ethnomedical uses, chemical constituents, and evidence-based pharmacological properties of Chenopodium ambrosioides L.: extensive overview. Future Journal of Pharmaceutical Sciences vol. 7 (Future Journal of Pharmaceutical Sciences, 2021).

6.          Montoya Cabrera, M. A. et al. Envenenamiento mortal causado por el aceite de epazote: Chenopodium graveolens. Gac. méd. Méx 132, 433–7 (1996).