jueves, 2 de febrero de 2023

Tradición y ciencia en la herbolaria y la medicina tradicional

Todos hemos echado mano, en algún momento, de remedios herbales para aliviar algún malestar que nos aqueja; así, sabemos que hay plantas que son útiles para el dolor de estómago, la diarrea, el estreñimiento la indigestión, el dolor de garganta, para la tos, para los dolores de huesos, para los riñones, para los nervios, para poder dormir; en fin, prácticamente para cada enfermedad podría encontrarse al menos una planta, algún remedio que la herbolaria ofrece para aliviarla.


Flora del cerro del muerto en Aguascalientes
Flora del Cerro del muerto; Aguascalientes. 
Foto de Luisalvaz, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons

En el caso particular de México, la riqueza de la medicina tradicional mexicana deriva, en primer término, del hecho de que nuestro país posee gran diversidad vegetal, conteniendo alrededor de 25,000 especies vegetales conocidas, y de éstas, alrededor de 3,500 especies a las que se le atribuyen propiedades medicinales. Aunado a esto, nuestro país también posee gran diversidad cultural en la que las plantas se presentan como el principal recurso terapéutico, así como ceremonial y religioso.
La investigación científica que se ha realizado sobre la flora mexicana empleada en la medicina tradicional se remonta a poco más de un siglo; sin embargo, el porcentaje de especies que han sido evaluadas en sus propiedades terapéuticas desde el punto de vista científico es poco menos del 5 %. Así pues, todavía existe un gran número de especies vegetales que esperan ser estudiadas para comprobar sus propiedades medicinales, por lo que podemos afirmar que la medicina tradicional presenta un gran potencial en el descubrimiento y desarrollo de compuestos con actividad biológica.
La investigación científica de estas especies es importante debido a que muchas plantas que se utilizan para tratar diferentes enfermedades, desde padecimientos leves hasta enfermedades crónicas, no siempre poseen acciones terapéuticas efectivas y en algunas ocasiones actúan solo aliviando algunos de los síntomas pero no controlan directamente la enfermedad.
Esta consideración y relevancia de la investigación científica es completamente independiente de las plantas que se emplean para tratar padecimientos identificados desde un marco cultural particular y que no tienen necesariamente una correspondencia con enfermedades definidas desde la medicina contemporánea; las razones por la cual una planta determinada puede ser medicinal dentro de su contexto cultural es otro tipo de estudio y deben de entenderse desde otra perspectiva del conocimiento.
De cualquier manera, es interesante pensar en qué es lo que contiene una planta en particular que la hace efectiva para tratar uno o varios padecimientos, ¿por qué precisamente esa planta y no otra? ¿por qué para aliviar las quemaduras es muy útil el tepezcohuite o la caléndula y no las hojas de higo? ¿por qué la gobernadora es buena para los padecimientos renales y el boldo para el hígado? ¿por qué algunas tienen acción contra el dolor o la inflamación y otras son capaces de producir alucinaciones?
Estas preguntas pueden contestarse desde la investigación científica.

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