Tepezcohuite
Mimosa
tenuiflora
El
tepezcohuite es un árbol espinoso que crece hasta 8 metros de alto, con hojas
compuestas y alternas; es propio de ambientes cálidos y húmedos y suele formar
parte de las partes secas de pastizales y selvas bajas. Esta especie se puede
encontrar en mayor medida en Oaxaca, y Chiapas en nuestro país, aunque su
presencia de extiende por Centroamérica, Colombia, Venezuela y el norte del
Brasil.
El
tepezcohuite ha sido empleado en la medicina tradicional para problemas de la
piel como granos, heridas o quemaduras; empleando el cocimiento de la corteza
en agua, o bien, tostada y molida administrada como polvos o en pomadas;
también se suele administrar en infusiones para las úlceras estomacales. Sin
embargo, hay que subrayar que dentro de su composición química se encuentran
algunos componentes que son tóxicos al ser administrados por vía oral, entre
los que se encuentra un componente capaz de producir vómitos y alucinaciones.
Una
característica interesante de este árbol es que en algunas regiones de Brasil
se emplea la corteza de la raíz junto con otras plantas, para preparar una bebida
psicoactiva llamada jurema que se utiliza en ciertas ceremonias y rituales. El
componente capaz de ejercer este efecto alucinógeno y que esta presente en la
corteza es un alcaloide llamado dimetiltriptamina.
Los
alcaloides son compuestos de amplia diversidad estructural cuya característica
común es que poseen al menos un átomo de nitrógeno. Los alcaloides poseen
también diferentes actividades biológicas, pero de todas ellas la más notable
es la acción de estos compuestos a nivel de sistema nervioso central. Entre este
tipo de moléculas podemos encontrar a la atropina del toloache, la morfina de
la amapola, la cafeína del café, la mescalina del peyote o los compuestos
presentes en los hongos alucinógenos oaxaqueños.
Otro
punto importante respecto a esta especie es que no existen registros de su uso
en las fuentes clásicas en las que se documentó el uso de plantas por los
pueblos que habitaban el ahora territorio mexicano a la llegada de los
europeos, como lo son el Códice de La Cruz Badiano, el Códice Florentino o la
Historia de las plantas de la Nueva España de Francisco Hernández. Sin embargo,
algunos autores afirman que esta planta ya era conocida por algunos pueblos
mayas y mixtecos desde siglos pasados.
En
México esta planta se popularizó a partir de los años ochenta a raíz de la
difusión de información empírica que resaltaba su uso para el tratamiento de
las quemaduras. Los medios de comunicación masiva manejaron la escasa
información hasta entonces conocida, propagando una serie de mitos alrededor de
esta planta, afirmando incluso que era una especie endémica de Chiapas y que
estaba en peligro de extinción.
Posteriormente,
los diversos estudios científicos realizados han permitido comprobar que el tepezcohuite
posee actividad antibiótica contra diferentes bacterias de importancia médica;
también se ha demostrado actividad antiinflamatoria y analgésica. Aunque hay
evidencia de una acción cicatrizante y
regeneradora de los tejidos, aún no hay resultados concluyentes respecto a estos
efectos.
Se
han identificado la presencia de diferentes tipos de compuestos a los que se
les puede atribuir la acción antiinflamatoria, regenerativa y antimicrobiana;
los taninos condensados o proantocianidinas (flavonoides que se encuentran
unidos en grupos de 2 o 3 moléculas) y un grupo de terpenoides denominados saponinas.
Derivado
de la difusión y el auge que tuvo esta planta en los años ochenta se comenzaron
a comercializar diversos productos que, en combinación con otras plantas como
la sábila se promocionaban para problemas de la piel, quemaduras, úlceras
vasculares e incluso para el tratamiento del pie diabético. El problema con este
tipo de formulaciones es que no están reguladas; por una parte, no hay
evidencia científica completa que avale el uso en dichas formulaciones y, por
otra parte, este tipo de productos pueden contener una cantidad inadecuada del
extracto activo o bien, contener plantas similares pero que no poseen la acción
buscada.
Por
tanto, es necesaria la información científica que permita validar el uso y el
desarrollo de métodos de control de calidad para asegurar tanto la eficiencia
como la seguridad de estos productos.
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https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Mimosa_tenuiflora_(11123366426).jpg