miércoles, 30 de abril de 2025

Flor de manita (Chiranthodendron pentadactylon)


 Esta especie es originaria de los bosques del Estado de México, Morelos, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas y fuera de México se encuentra en Guatemala donde también forma parte de la medicina tradicional. Es un árbol peculiar y muy longevo, de hecho en Toluca (donde lo tienen por distintivo de esta ciudad)  hay un espécimen del cual se afirma tiene más de 300 años.

Su nombre en náhuatl es macpalxochitl; también se le llama mano de león, mapasúchil o tecyacua. Es un árbol de 10 a 12 metros de altura aproximadamente con hojas pecioladas, estipuladas y tomentosas. Las flores son solitarias, sin corola, con un cáliz grueso dividido en cinco partes; por fuera es rojizo-café y por dentro de un intenso color rojo (Martínez, 1969).

Imagen 1. Foto de Jared Dubberlin. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Chiranthodendron_pentadactylon_emerging_flower.jpg?uselang=es


Este árbol con peculiares flores en forma de mano roja, que llamó la atención de los primeros europeos que lo conocieron era ya utilizado por los aztecas para tratar úlceras e inflamación de los ojos

Esta especie es mencionada en el Códice de la Cruz-Badiano; en la medicina tradicional se emplea para  tratar afecciones del corazón, para regular la presión, para tratar el dolor de cabeza, para las inflamaciones de los ojos (Martínez 1969; Espinoza-Salas, 1985), contra la diarrea (Pérez-Ochoa et al., 2018), para calmar los nervios en combinación con otras plantas como el toronjil blanco y morado, el toronjil chino, tila y azahar de naranjo; o bien, con azahar, pasiflora y damiana (Berenson y Saavedra, 2002; Guzmán-Gutiérrez et al., 2014). También se le ha atribuido acción analgésica y antiinflamatoria (INELCOL).



Los estudios realizados sobre esta especie han demostrado su actividad antidiarreica, particularmente por su acción bactericida y antiparasitaria (Velázquez et al., 2012; Calzada et al., 2017), así como su acción vasodilatadora e hipotensora (Ibarra-Alvarado et al., 2010; Escobar-Ramírez et al., 2023). Recientemente se ha demostrado un efecto nefroprotector en cuadros de daño renal debido a diabetes (Santiago-Balmaseda et al., 2023).

De los compuestos aislados de esta especie vegetal a los que se les atribuye la actividad farmacológica se han identificado diversos flavonoides (recordemos que los flavonoides son compuestos fenólicos a los que se les han atribuido diversas acciones farmacológicas, entre las que destaca su capacidad antioxidante) tales como epicatequina y catequina algunos glicósidos de flavonoides como tiliroside, isoquercitrina, astragalina y antocianinas (Calzada et al., 2017). Las antocianinas son compuestos de tipo flavonoide que le dan la coloración roja o azul intensa y característica a muchas flores, tales como la jamaica, la buganvilia o la jacaranda, por mencionar algunas.


Imagen 3. Estructura de tiliroside

La flor de manita es una planta en la que los estudios científicos corroboran los usos establecidos por la medicina tradicional: como antidiarreico y para problemas cardiovasculares, particularmente la hipertensión; aunque también se han investigado otros efectos, donde quizás lo más relevante sea el efecto protector basado en la acción antioxidante de sus flavonoides presentes.

Desafortunadamente este árbol es una especie amenazada (norma mexicana NOM-59-ECOL-2010) debido a la tala de bosques, el cambio de uso de suelo y la baja tasa de germinación de sus semillas por lo que su uso y aprovechamiento debe de ser abordado desde un enfoque sustentable y cuidadosamente regulado (INECOL) para preservar la riqueza florística y cultural de los pueblos de México.

 


Imagen 4. Sello postal con la imagen de la flor de manita

 

 

Referencias

Berenzon, S., & Saavedra, N. (2002). Presencia de la herbolaria en el tratamiento de los problemas emocionales: entrevista a los curanderos urbanos. Salud Mental25(1), 55-66.

Calzada, F., Juárez, T., García-Hernández, N., Valdes, M., Ávila, O., Mulia, L. Y., & Velázquez, C. (2017). Antiprotozoal, antibacterial and antidiarrheal properties from the flowers of Chiranthodendron pentadactylon and isolated flavonoids. Pharmacognosy Magazine13(50), 240.

Escobar-Ramírez, J. L., Santiago-Mejía, J., Soto-Núñez, M., Barrera-Vázquez, O. S., Vargas-Querea, R., & Magos-Guerrero, G. A. (2023). The Hypotensive and Vasodilatory Effects Observed in Rats Exposed to Chiranthodendron pentadactylon Larreat Flowers Can Be Attributed to Cyanidin 3-O-Glucoside. Molecules28(23), 7698.

 

Espinosa, S. J., Castellanos, C., & Estrada, E. (1985). Plantas medicinales de la Huasteca Hidalguense (Doctoral dissertation, Tesis profesional. Facultad de Ciencias, UNAM, México. DF 157 p).

Guzmán Gutiérrez, S. L., Reyes Chilpa, R., & Bonilla Jaime, H. (2014). Medicinal plants for the treatment of “nervios”, anxiety, and depression in Mexican Traditional Medicine. Revista Brasileira de Farmacognosia24(5), 591-608.

Instituto de Ecología. Gobierno de México.

https://www.inecol.mx/index.php/divulgacion/ciencia-hoy/macpalxochitl-el-arbol-de-la-manita. Acceso 28 de abril de 2025.

Pérez-Ochoa, M. L., Chávez-Servia, J. L., Vera-Guzmán, A. M., Aquino-Bolaños, E. N., & Carrillo-Rodríguez, J. C. (2018). Medicinal plants used by indigenous communities of Oaxaca, Mexico, to treat gastrointestinal disorders. Pharmacognosy-Medicinal Plants.

Perusquía, M., Mendoza, S., Bye, R., Linares, E., & Mata, R. (1995). Vasoactive effects of aqueous extracts from five Mexican medicinal plants on isolated rat aorta. Journal of ethnopharmacology46(1), 63-69.